Narraciones_JorgeLuisBorges

SINOPSIS

HISTORIA UNIVERSAL DE LA INFAMIA

El espantoso redentor Lazarus Morell

La narración brinda un contexto histórico, y uno geográfico en el río Mississippi, se cuenta de los esclavos negros de las plantaciones de algodón, se presenta al blanco Lazarus Morell y el método que usa para hacer dinero libertando y revendiendo esclavos, en una ocasión es incriminado, planea su venganza, después de un tiempo el negocio termina, él muere de una congestión pulmonar.

FICCIONES

Tlön, Uqbar, Orbis Tertius

El narrador y Byoi Casares indagan en varios volúmenes y ediciones de enciclopedias acerca del falso país Uqbar. Se habla del demiurgo Herbert Asche, su vida, relación con el padre del narrador, muerte, y de cómo llega un paquete con el Onceno Tomo de la enciclopedia de Tlön, que describe el planeta Tlön y las leyes y disciplinas distintas que lo rigen, se habla de los idiomas de los hemisferios austral y boreal, las filosofías, la geometría, en un posdata se narra el orígen de Tlön a cargo de una sociedad secreta que inventaría un país, al final se cuentan intrusiones del mundo fantástico en el mundo real.

El acercamiento a Almotásim

Se ofrece una revisión y resúmen de la susodicha novela, y su relación/conexión con textos anteriores.

Pierre Menard, autor del Quijote

El escritor destaca aspectos de la obra visible de Menard, y luego expone cómo Menard escribe el Quijote, pero ahora concebido en una época diferente, y explica otros aspectos de esta curiosa labor.

Las ruinas circulares

Un hombre taciturno gris sin llamar la atención desembarca en un templo redondo con una corona/estatua de tigre o caballo de piedra, y deliberadamente este hombre mago duerme y sueña, y se entrega al arduo empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de los sueños en un hombre íntegro desde sus entrañas, hasta que algunos signos prometen el término de sus cavilaciones.

La lotería en Babilonia

Habla de los hombres y azar en Babilonia, como los juegos y la lotería se van cambiando y ajustando y la concepción/creación de la llamada Compañía, que según las intrínsicas imprecisiones podría regir o haber regido, y dictaminado su voluntad trascendental y metafísica en el mundo.

La biblioteca de Babel

Habla de la biblioteca (o universo) compuesto de infinitas galerías hexagonales con anaqueles de libros conteniendo todas las permutaciones de los caracteres definidos utilizados, y por lo tanto conteniendo todos los posibles textos, historias, preguntas, explicaciones, respuestas, información que se puede expresar (o codificar) de esa forma.

Funes el memorioso

Se relata el encuentro con el uruguayo Ireneo Funes, hijo de María Clementina Funes y un saladero inglés O’Connor o de un domador o rastreador del departamento de Salto; sus características, la forma en que un accidente lo deja tullido, cómo tiene una memoria prodigiosa, su percepción del mundo.

El Sur

Se cuenta la historia del argentino Juan Dahlmann secretario de biblioteca municipal que sufre un accidente que lo lleva al hospital y al sanatorio, y cómo sana para verse en un altercado en una tienda/cafetería/restaurante de pueblo, a punto de morir violentamente, como hubiera preferido morir cuando estaba convaleciente.

EL ALEPH

El muerto

Se cuenta la historia de Benjamín Otálora, bandolero/hampón procedente de los suburbios de Buenos Aires quién una vez recibe del caudillo de turno la encomienda de entregar una carta a un tal Azevedo Bandeira en Uruguay; Otálora se embarca en la tormentosa y crujiente travesía, vaga por las calles de Montevideo, se enfrasca en una de las riñas callejeras de su ambiente en la que salva de una puñalada a un hombre que resulta ser el susodicho Azevedo Bandeira, con lo cual Otálora rompe la carta porque prefiere sólo deberse a sí mismo. Otálora sigue contrabandeando con Bandeira codiciando mujer, apero y caballo del patrón, y poco a poco suplanta al jefe hasta un punto en el que Bandeira sólo es un jefe nominal que da órdenes que no se ejecutan. La historia termina como lo anuncia el inicio, Otálora muere abaleado por Ulpino Suárez borracho en una reunión donde fuerzan a la mujer a que lo bese para finalmente fulminarlo.

El Aleph

Beatriz Viterbo, amiga de Borges, muere en 1929, él sigue visitando su casa en sus cumpleaños como pretexto para recordarla y hablar de ella con su primo hermano Carlos Argentino Daneri, dos generaciones más viejo en el que sobrevivían la ese y copiosa gesticulación italiana. En una de las visitas de alfajor, cena y coñac en 1941, Daneri y Borges disertan acerca de pasajes y poesía, luego se encuentran en un salón-bar iniciativa de negocio de los propietarios de la casa, releen páginas, y Borges se compromete sin cumplir a hablar con el tal autor admirado por Beatriz. Después Daneri llama a Borges, le dice que por ampliación de la susodicha confitería van a demoler su casa, la de sus padres, la inveterada de la calle Garay; Daneri dice que para terminar el poema le es indispensable la casa porque en el sótano había un Aleph, hablan un poco, Borges dice que sale inmediatamente a verlo, y piensa que Daneri es un loco. Borges llega a la casa de la calle Garay, espera, Daneri lo recibe, hablan, le explica, y en el sótano del comedor de la casa tendido siguiendo las indicaciones de Daneri, Borges logra ver el Aleph y su totalidad. En la iluminación y la epifanía Daneri llama a Borges, se levanta, termina, con suave energía niega discutir el Aleph, le recomienda el campo y la serenidad como grandes médicos; en la calle se le hacen familiares todas las caras y teme que no quede una sola cosa capaz de sorprenderlo, aunque al cabo de unas noches de insomnio el olvido le vuelve a trabajar.

EL HACEDOR

El hacedor

Habla de alguien que gradualmente pierde la vista, y los recuerdos que tiene.

El cautivo

Habla de un perdido por años que es reencontrado por sus padres y conducido a casa, para luego escapar denuevo al desierto salvaje.

Borges y yo

Escribe de un personaje al que cada vez cede más cosas y abarca más rasgos, y que será lo que perdurará de lo que es.

CITAS

los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres.

Todo ello articulado, coherente, sin visible propósito doctrinal o tono paródico.

porque la hipótesis de un solo inventor -de un infinito Leibniz obrando en la tiniebla y en la modestia- ha sido descartada unánimemente.

El mundo para ellos no es un concurso de objetos en el espacio; es una serie heterogénea de actos independientes.

no conciben que lo espacial perdure en el tiempo.

Saben que un sistema no es otra cosa que la subordinación de todos los aspectos del universo a uno cualquiera de ellos.

Russell (The analysis of mind, 1921, página 159) supone que el planeta ha sido creado hace pocos minutos, provisto de una humanidad que “recuerda” un pasado ilusorio.

la cosa producida por sugestión, el objeto educido por la esperanza.

Buckley descree de Dios, pero quiere demostrar al Dios no existente que los hombres mortales son capaces de concebir un mundo.

Tal fue la primera intrusión del mundo fantástico en el mundo real.

Esa evidencia de un objeto muy chico y a la vez pesadísimo dejaba una impresión desagradable de asco y de miedo.

Tlön será un laberinto, pero es un laberinto urdido por hombres, un laberinto destinado a que lo descifren los hombres.

Una dispersa dinastía de silitarios ha cambiado la faz del mundo.

Arguye que el rencor de un hombre tan minuciosamente vil importa un elogio.

De golpe -…- percibe alguna mitigación de esa infamia: una ternura, una exaltación, un silencio, en uno de los hombres aborrecibles. «Fue como si hubiera terciado en el diálogo un interlocutor más complejo.» Sabe que el hombre vil que está conversando con él es incapaz de ese momentáneo decoro; de ahí postula que éste ha reflejado a un amigo, o amigo de un amigo.

En algún punto de la tierra hay un hombre de quien procede esa claridad; en algún punto de la tierra está el hombre que es igual a esa claridad.

la insaciable busca de un alma a través de los delicados reflejos que ésta ha dejado en otras

Almotásim es emblema de Dios y los puntuales itinerarios del héroe son de algún modo los progresos del alma en el ascenso místico.

propaló que el alma de un antepasado o maestro puede entrar en el alma de un desdichado, para confortarlo o instruirlo.

Esas declaraciones quieren insinuar un Dios unitario que se acomoda a las desigualdades humanas.

Todo, en el cielo inteligible, está en todas partes. Cualquier cosa es todas las cosas. El sol es todas las estrellas, y cada estrella es todas las estrellas y el sol.

Menard -recuerdo- declaraba que censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica.

Ser en el siglo veinte un novelista popular del siglo diecisiete le pareció una disminución. Ser, de alguna manera, Cervantes y llegar al Quijote le pareció menos arduo -por consiguiente, menos interesante- que seguir siendo Pierre Menard y llegar al Quijote, a través de las experiencis de Pierre Menard.

(Más ambiguo, dirán sus detractores; pero la ambigüedad es una riqueza.)

No hay ejercicio intelectual que no sea finalmente inútil. Una doctrina es al principio una descripción verosímil del universo; giran los años y es un mero capítulo -cuando no un párrafo o un nombre- de la historia de la filosofía. En la literatura, esa caducidad es aún mñas notoria.

La gloria es una incomprensión y quizá la peor.

Pensar, analizar, inventar (me escribió también) no son actos anómalos, son la normal respiración de la inteligencia.

Menard (acaso sin quererlo) ha enriquecido mediante una técnica nueva el arte detenido y rudimentario de la lectura: la técnica del anacronismo deliberado y de las atribuciones erróneas.

cerró los ojos pálidos y durmió, no por flaqueza de la carne sino por determinación de la voluntad.

Comprendió que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen los sueños es el más arduo que puede acometer un varón, aunque penetre todos los enigmas del orden superior y del inferior

Su virtud moral era nula. No se dirigían a todas las facultades del hombre: únicamente a su esperanza.

los pobres (con envidia razonable e inevitable) se sabían excluídos de ese vaivén, notoriamente delicioso.

Esa pieza doctrinal observaba que la lotería es una interpolación del azar en el orden del mundo y que aceptar errores no es contradecir el azar: es corroborarlo.

Los ignorantes suponen que infinitos sorteos requieren un tiempo infinito; en realidad basta que el tiempo sea infinitamente subdivisible, como lo ensaña la famosa parábola del Certamen con la Tortuga.

Dios me perdone; el prestigio de ser el destinatario de un telegrama urgente, el deseo de comunicar a todo Fray Bentos la contradicción entre la forma negativa de la noticia y el perentorio adverbio, la tentación de dramatizar mi dolor, fingiendo un viril estoicismo, tal vez me distrajeron de toda posibilidad de dolor.

Nosotros, de un vistazo, percibimos tres copas en una mesa; Funes, todos los vástagos y racimos y frutos que comprende una parra.

tal vez todos sabemos profundamente que somos inmortales y que tarde o temprano, todo hombre hará todas las cosas y sabrá todo.

Funes no sólo recordaba cada hoja de cada árbol, de cada monte, sino cada una de las veces que la había percibido o imaginado.

Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, generalizar, abstraer.

Recordó bruscamente que en un café de la calle Brasil había un enorme gato que se dejaba acariciar por la gente, como una divinidad desdeñosa.

Pidió una taza de café, la endulzó lentamente, la probó y pensó, mientras alisaba el negro pelaje, que aquel contacto era ilusorio y que estaban como separados por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante.

… erige exultación sobre exultación, júbilo sobre júbilo; esa torre de vértigos es un símbolo de su irresistible destino.

Beatriz era alta, frágil, muy ligeramente inclinada; había en su andar (si el oximoron es tolerable) una como graciosa torpeza, un principio de éxtasis.

A dos generaciones de distancia, la ese italiana y la copiosa gesticulación italiana sobreviven en él.

Observó que para un hombre así facultado el acto de viajar era inútil; nuestro siglo XX había transformado la fábula de Mahoma y de la montaña; las montañas, ahora, convergían sobre el moderno Mahoma.

Comprendo una vez más que el arte moderno exige el bálsamo de la risa, el scherzo. !Decididamente, tiene la palabra Goldoni!

En su escritura habían colaborado la aplicación, la resignación y el azar; las virtudes que Daneri les atribuía eran posteriores.

Comprendí que el trabajo del poeta no estaba en la poesía; estaba en la invención de razones para que la poesía fuera admirable; naturalmente, ese ulterior trabajo modificaba la obra para él, pero no para otros.

« que no disponen de metales preciosos ni tampoco de prensas de vapor, laminadores y ácidos sulfúricos para la acuñación de tesoros, pero que pueden indicar a los otros el sitio de un tesoro ».

« porque ese dilatado jardín de tropos, de figuras, de galanuras, no tolera un solo detalle que no confirme la severa verdad ».

Aclaró que un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos.

-Sí, el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos.

La locura de Carlos Argentino me colmó de maligna felicidad; íntimamente, siempre nos habíamos detestado.

Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré, sucesivo, porque el lenguaje lo es.

(de chico, yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche)

… vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte…

Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro.

TÉRMINOS

heresiarca, aláter, aporía, eleático, educir, hiato, ascético, asceta, demiurgo, samovar, denuesto, milonga, embelesar, ditirambo, rebencazo, escuálido, metempsícosis, diatriba, albur, aciago, delación, borrajear, escrúpulo, epónimo, orbe, perspicuo, rapsodia, estoicismo, erigir, exultar, hemistiquio, envite, facecia, bagatela, saboyano, denostar, desidia, congoja, buril, repantigarse, soterrar, arredrar, bullanga, bermellón, salobre, malón.

REFERENCIAS