ElExtranoCasoDelDrJekyllMrHyde_RobertLouisStevenson

SINOPSIS

Capítulo 1. Historia de la puerta

Se presenta al notario Utterson y al amigo Richard Enfield quien en una de las acostumbradas caminatas, pasando por una calle comercial de Londres, cuenta la historia de cuando un atropellado Hyde choca bruscamente con una niña en la puerta triangular del extraño edificio, y el pago que debe Hyde hacer; Utterson prudenmetente se nota curioso.

Capítulo 2. En busca de Hyde

El notario Utterson después de la intrigante conversación durante la caminata con el amigo Richard Enfield donde hablan de la historia del atropellado accidente en la extraña puerta triangular entre Hyde y la niña, se dirige a su domicilio y estando deprimido obvia su rutina normal para en lugar de eso leer detenidamente el testamento de Henry Jekyll donde concede todo a Edward Hyde; Utterson esa misma noche sale a visitar un médico amigo en común de Utterson y Jekyll, le hace un par de averiguaciones, regresa a casa con insomnio a repasar la historia de Enfield, tomando la resolución a partir de ese mismo día de vigilar la extraña puerta triangular para encontrar a Hyde, lo cual hace hasta que finalmente se recompensa su paciencia encontrando y hablando con Hyde, para luego dirigirse a la cercana residencia de Jekyll donde es recibido por un anciano y bien vestido mayordomo Poole, y enterarse de que en ese momento el doctor Jekyll había salido y de que es perfectamente normal la confianza que posee Hyde; Utterson concluye que Hyde puede ser un potencial peligro para Jekyll teniendo presente el testamento.

Capítulo 3. El Dr. Jekyll estaba perfectamente tranquilo

Después de una reunión con conocidos de Jekyll en su residencia, Utterson aprovecha la oportunidad para quedarse y hablar con Jekyll, se manifiesta preocupado sobre el testamento y el joven Hyde, Jekyll le replica que le agradece, que confía, que es un asunto privado, que tiene un gran afecto por Hyde, y le hace prometer que cuando él no esté tutele sus intereses y se haga lo estipulado en las cláusulas del testamento.

Capítulo 4. El homicidio Carew

Se relata el homicidio del viejo Sir Danvers Carew cometido por Hyde aproximadamente un año después, relatado por una camarera; la carta de Carew los conduce a Utterson, quien dirige al funcionario a la casa de Hyde en el barrio Soho sin encontrar a Hyde, pero hablando con la casera y registrando las habitaciones reservadas por Hyde, y encontrando la parte faltante del bastón del crímen y una chequera incinerada.

Capítulo 5. El incidente de la carta

Utterson acude al laboratorio en la residencia de Jekyll, conversan, Jekyll le entraga la carta de Hyde, habla con Poole, Utterson deduce que la carta fue entregada o escrita en el mismo laboratorio; después Utterson en su despacho acompañado por el confiable Guest y un viño añejo alejado del sol examinan la nota, que al compararla con una invitación que llega en ese momento de Jekyll resultan tener caligrafía similar, Utterson conjetura que Jekyll encubre a Hyde.

Capítulo 6. El extraordinario incidente del doctor Lanyon

Pasa el tiempo, hay una recompensa por Hyde quien ha desaparecido, por unos dos meses Jekyll se muestra jovial y sociable organizando recepciones a sus amigos en su residencia hasta un momento en que se enclaustra y no vuelve a recibir visitas, Utterson habla con Lanyon quien está demacrado y enfermo, Utterson escribe a Jekyll que responde de una manera sombría, lúgubre y solitaria, después a las semanas tras la muerte de Lanyon, el notario saca una especie de testamento de Lanyon que contiene un sobre para apertura sólo después de la muerte o desaparición del doctor Henry Jekyll, con curiosidad Utterson trata infructuosamente de establecer nuevos contactos con Jekyll, si mucho consiguiendo hablar con el mayordomo Poole y espaciando cada vez más sus visitas.

Capítulo 7. El incidente de la ventana

Cierto domingo en una de las acostumbradas caminatas de Utterson y Enfield al pasar por la extraña puerta triangular de la parte posterior de la residencia de Jekyll por una ventana semiabierta de las tres que dan al patio contiguo alcanzan a ver al otro lado al sombrío Jekyll, hablan a través de la ventana, hasta un momento en que intempestivamente Jekyll cambia su genio y semblante cerrando la ventrana y cortando la conversación, dejando a los otros dos consternados.

Capítulo 8. La última noche

Un alarmado Poole visita una noche a Utterson, ambos acuden a la residencia Jekyll donde los criados estan reunidos y temerosos, Poole y los criados narran a Utterson los extraños hechos y comportamientos de quien quiera que esté en el laboratorio del amo Jekyll, las notas en busca de fármacos, y que creen que ha asesinado a Jekyll; ya en compañía de Utterson pidien que se revele, obligándolos a tumbar la puerta, y encontrando un suicida cuerpo enrollado con la ampolla rota en la mano contraída en mitad de la normal y apacible habitación; basados en la teoría del asesinato infructuosamente buscan el cadáver del amo por toda esa área, y después al registrar la habitación encuentran las notas, un testamento idéntico al conocido, pero poniendo como heredero a Gabriel John Utterson, y una nota en la que Jekyll anima a Utterson a leer la carta que le escribió Lanyon a Utterson en caso de desaparición de Jekyll; y dejando de nuevo a los criados reunidos, Utterson parte para leer el documento de confesión mencionado en la nota por Jekyll.

Capítulo 9. El relato del doctor Lanyon

En la carta de Lanyon dirigida a Utterson, ese transcribe la carta que había recibido de Jekyll con instrucciones para obtener de la habitación de Jekyll arriba del laboratorio en su residencia el cajón con los polvos, la ampolla y el cuaderno de notas y entregarlo según indicaciones al enviado de Jekyll; las cosas sueden como lo planeado por Jekyll y su enviado se encuentra con Lanyon en su residencia para reclamar el paquete, este visitante de Lanyon que es Hyde mezcla los ingredientes y pone a elegir a Lanyon si desea o no presenciar el siguiente acontecimiento novedoso para él, a lo que Lanyon accede a que se le desvele el enigma cuando Hyde toma la poción y se transforma en Jekyll.

Capítulo 10. La confesión de Henry Jekyll

Una confesión escrita por Henry Jekyll lo describe a sí mismo, desde su cuna, personalidad e inclinaciones, pasando y abordando sus dudas y cuestiones metafísicas, como la dualidad, y el bien y el mal; Jekyll y sus investigaciones científicas místicas y trascendentales lo llevaron a la preparación de una pócima que separaba estas dos personalidades en dos formas corpóreas después de una serie de espasmos y retorcijones, la segunda personalidad manifestada era entonces más juvenil, enérgica, impetuosa, liberada, demoníaca y malvada en comparación con el maduro, recatado e insatisfecho doctor Jekyll; después de ver los efectos y sopesar el costo por beneficio Jekyll decide hacer arreglos y adecuar preparativos para recibir a este nuevo personaje en su cotidianidad; llega un punto en que Hyde empieza a tomar más control y ganar más terreno, a aparecer inoportuna y/o diurnamente, a Jekyll dormirse y despertarse como Hyde, al tratar de apaciguar y reprimir por un tiempo a Hyde, cuando vuelve lo hace de manera más desenfrenada y en una ocasión de estas sucede el asesinato de Sir Danvers Carew con el subsiguiente remordimiento; después cuando tratando de ocultar a Hyde Jekyll se ve transformado de repente, es que aprovechando la astucia y malicia de éste traza un plan incluyendo las cartas para Lanyon y Poole para rescatar el cajón de la habitación de encima del laboratorio de Jekyll con el antídoto, sin embargo después de este episodio se le escasean las sales de la poción recurriendo a las búsquedas y recados infructuosos por todo Londres de Poole en busca de la sustancia correcta y recluyendo al supuesto doctor Jekyll ahora Hyde en la habitación de su residencia, y llegando a los sucesos de “la última noche” ya descrita, donde el notario Utterson y el mayordomo Poole tumban la puerta para encontrar un inerte cuerpo de Hyde con una ampolla rota en la mano contraída.

CITAS

Por esto, en cualquier situación extrema, se inclinaba más a socorrer que a reprobar.

Para él, la amistad parecía basarse en un sentido de genérica, benévola disponibilidad.

No, señor, lo tengo por norma: cuanto más extraño me parece algo, menos pregunto.

Lo extraño está en su conjunto, más que en los particulares.

El notario se quedó absorto y taciturno, como si siguiera el hilo de sus reflexiones.

aparecía ahora empeorada cuando el nombre empezaba a revestirse de atributos odiosos, y que de los vagos, nebulosos perfiles en los que sus ojos se habían perdido saltaba imprevisto y preciso el presentimiento de un demonio.

Los más pequeños sonidos llegaban en la distancia, los ruidos domésticos de las casas se oían claramente en la calle, y si un peatón se acercaba el ruido de sus pasos lo anunciaba antes de que apareciera a la vista.

Hyde era pálido y muy pequeño, daba una impresión de deformidad aunque sin malformaciones concretas, tenía una sonrisa repugnante, se comportaba con una mezcla viscosa de pusilanimidad y arrogancia, hablaba con una especie de ronco y roto susurro: todas cosas, sin duda, negativas, pero que aunque las sumáramos, no explicaban la inaudita aversión, repugnancia y miedo que habían sobrecogido a Utterson.

Y con esta oscura disposición de ánimo le parecía leer una amenaza en los reflejos del fuego en la lisa superficie de los muebles o en la vibración insegura de las sombras en el techo.

el fantasma de una vieja culpa, el cáncer de un deshonor escondido y el castigo que llega, después de años que la memoria ha olvidado y que el amor de sí ha condonado el error.”

como por una especie de bien fundada complacencia de sí.

Utterson lo escuchó con profunda perplejidad. No le gustaba nada el aire febril de Jekyll.

y si las cosas eran así, había que juzgarlo de otra forma y tratarlo con mayor cautela.

Es verdad, pensó, que no era un consejo que se pudiera pedir directamente, pero quizás lo habría conseguido de una forma indirecta.

con un ruido sordo, como el viento impetuoso.

Insensiblemente se relajaron los nervios del notario.

Deja que me vaya por mi oscuro camino.

Era una noche fría y ventosa de marzo, con una hoz de luna que se apoyaba de espaldas, como volcada por el viento, entre una fuga de nubes deshilachadas y diáfanas.

http://dle.rae.es/?id=DdxBdC4 diáfano. 1. Dicho de un cuerpo: Que deja pasar a su través la luz casi en su totalidad. 2. claro (‖ que se percibe bien). 3. Dicho de un espacio: Despejado, o que carece de obstáculos o separaciones. #término

era un libro de devoción que Jekyll le había comentado que le gustaba, y que llevaba en sus márgenes increíbles blasfemias de su puño y letra.

y particularmente me impresionó la extraña asociación en él de una gran vivacidad muscular con una evidente deficiencia de constitución.

y no hay que excluir que el hombre, en último análisis, pueda revelarse una mera asociación de sujetos distintos, incongruentes e independientes.

Ha sido por el lado moral, y sobre mi propia persona, donde he aprendido a reconocer la fundamental y originaria dualidad del hombre.

http://dle.rae.es/?w=barruntar Prever, conjeturar o presentir algo por alguna señal o indicio. #término

El injusto se iría por su camino, libre de las aspiraciones y de los remordimientos de su más austero gemelo; y el justo podría continuar seguro y voluntarioso por el recto camino en el que se complace, sin tenerse que cargar de vergüenzas y remordimientos por culpa de su malvado socio.

http://dle.rae.es/?w=fardel 1. Saco o talega que llevan regularmente los pobres, pastores y caminantes para las cosas comestibles u otras de su uso. 2. fardo (‖ lío grande de ropa). 3. Persona desaliñada.

una terca temeridad, una rápida y tumultuosa corriente de imágenes sensuales, un quitar el freno de la obligación, una desconocida pero no inocente libertad interior.

De esas agonías de muerte y resurrección habría podido renacer ángel, en lugar de demonio. La droga por sí misma no obraba en un sentido más que en otro, no era por sí ni divina ni diabólica; abrió las puertas que encarcelaban mis inclinaciones, y de allí, como los prisioneros de Filipos, salió corriendo quien quiso. Mis buenas inclinaciones entonces estaban adormecidas; pero las malas vigilaban, instigadas por la ambición, y se desencadenaron: la cosa proyectada fue Hyde.

http://dle.rae.es/?w=decoro 1. Honor, respeto, reverencia que se debe a una persona por su nacimiento o dignidad. 2. Circunspección, gravedad. 3. Pureza, honestidad, recato. 4. Honra, pundonor, estimación. 5. Nivel mínimo de calidad de vida para que la dignidad de alguien no sufra menoscabo. Su sueldo le permite vivir con decoro. 6. Parte de la arquitectura que enseña a dar a los edificios el aspecto y propiedad que les corresponde según sus destinos respectivos. 7. Adecuación del lenguaje de una obra literaria a su género, a su tema y a la condición de los personajes. 8. Conformidad entre el comportamiento de los personajes de una obra y sus respectivas condiciones. 1. Comportarse con arreglo a la propia condición social. 1. Corresponder con actos o palabras a su estimación o a su merecimiento. #término

Esa especie de familiar mío, que había sacado de mi alma y mandaba por ahí para su placer, era un ser intrínsecamente malo y perverso; en el centro de cada pensamiento suyo, de cada acto, estaba siempre y sólo él mismo.

Hyde y sólo Hyde, después de todo, era culpable. Y Jekyll, cuando volvía en sí, no era peor que antes: se encontraba con todas sus buenas cualidades inalteradas; incluso procuraba, si era posible, remediar el mal causado por Hyde. Y así su conciencia podía dormir.

todo pecador tembloroso, en la hora de la tentación, se encuentra frente a las mismas adulaciones y a los mismos miedos, y luego éstos tiran los dados por él.

Sí, preferí al maduro médico insatisfecho e inquieto, pero rodeado de amigos y animado por honestas esperanzas; y di un decidido adiós a la libertad, a la relativa juventud, al paso ligero, a los fuertes impulsos y secretos placeres de los que gocé en la persona de Hyde.

Pero mis miedos, con el tiempo, se debilitaron; las alabanzas de la conciencia, con la costumbre, perdieron eficacia;

El velo del amor de sí se había rasgado de arriba abajo, y en ese momento tuve delante toda mi vida: podía seguirla desde los días de la infancia, cuando paseaba agarrado de la mano de mi padre, hasta las luchas y sacrificios de mi vida de médico; pero sólo para volver siempre de nuevo con el mismo sentido de irrealidad, a los condenados horrores de aquella noche.

Habría querido gritar. Intenté esconderme implorando y llorando por el tropel de sobrecogedoras imágenes y sonidos que la memoria me suscitaba en contra mía, pero, entre las pausas de mis invocaciones, la cara de mi iniquidad volvía a examinarme amenazadoramente.

¡Con qué voluntariosa humildad acepté de nuevo las restricciones de la vida ordinaria!

Decidí que mi conducta futura rescataría mi pasado, y puedo decir honestamente que mi resolución trajo algún fruto.

Sacudido por una rabia tremenda, preso de una furia homicida, animado sólo por deseos de violencia, supo sin embargo dominarse y obrar con astucia.

Incluso creo que, si no hubiera sido por el miedo a morir, ya hace tiempo que se habría arruinado a sí mismo para arrastrarme en su ruina. Pero su amor a la vida era extraordinario.

http://dle.rae.es/?id=0EapqwB abyección 1. Bajeza, envilecimiento extremo. 2. humillación. #término

http://dle.rae.es/?w=aquiescencia Asenso, consentimiento. #término

Quizás, dentro de media hora, cuando encarne de nuevo y para siempre a ese ser odiado, sé que me pondré a llorar y a temblar en mi sillón, o que volveré a pasear de arriba abajo por esta habitación (mi último refugio en esta tierra) escuchando cada ruido en un paroxismo de miedo, pegando desesperadamente el oído a cualquier sonido de amenaza.

TÉRMINOS

aborrecer, apócrifa, absorto, taciturno, plenilunio, alféizar, ignominioso, barruntar, fardel, decoro, abyección, aquiescencia.

REFERENCIAS