ParisSigloXX.png

SINOPSIS

CAPÍTULO I. La Sociedad General de Crédito Instruccional

Se describe la dinámica y agitación del París de 1960 el día de la distribución de premios en la Sociedad General de Crédito Instruccional, cómo en 1937 el barón de Vercampin creó y fundó la Sociedad, de la fuerza y énfasis en ciencias y de la debilidad y descuido en humanidades, lenguas y literatura, se describe el emplazamiento de la Sociedad en el Campo de Marte, la estación de ferrocarril, y en general la afluencia; de la ceremonia, los discursos, se hace notar la tosca oratoria (por la sociedad tan tecnificada y falta de letras), del reparto de los premios, del caso de versificación latina de Michel Jéróme Dufrenoy y de su actitud desafiante y arrogante; de la culminación de la ceremonia, cómo los galardonados cenaban suntuosamente, y de la alegría de los accionistas (inversionistas, capitalistas).

CAPÍTULO II. Vistazo global a las calles de París

Michel Dufrénoy avanza entre la multitud reflexionando acerca de su rol, de los comentarios y contexto, y de lo que le espera al llegar a casa de su tutor (tío); se describe el sistema ferroviario de París, las estaciones y bulevares, el sistema de locomoción del ferrocarril usando aire comprimido (sistema Williams de Jobard) y electromagnetismo, las luces de las calles, las vías congestionadas por vehiculos usando el principio de la máquina de Lenoir en la locomoción; y de que los hombres actuales no se sorprendían y admiraban estas maravillas sino que vivían impulsados por el apresuramiento del dinero.

CAPÍTULO III. Una familia sumamente práctica

Se presenta a la familia tutor de Michele Dufrénoy, a Stanislas Boutardin, a Athénais Dufrénoy, y a Athanase Boutardin; Michel Dufrénoy llega a la casa, cenan fúnebremente, se describen las ocupaciones de cada uno de los tres integrantes de la trinidad doméstica, del parentesco existente, su padre era hermano de madame Boutardin; a la mañana siguiente como se había acordado en la cena, hablan, monseieur Boutardin le lanza una parrafada diciendo poco más poco menos que desprecia las artes y los artistas, que debe ser más práctico, y que deberá entrar a un trabajo convencional con su primo el día siguiente..

CAPÍTULO IV. Sobre algunos autores del siglo diecinueve y las dificultades para conseguirlos

Michele acude a la librería a buscar los autores, literatos y poetas de antaño infructuosamente, después en la biblioteca, en la desierta sala de literatura se encuentra con su tío Huguenin, hermano de su madre, quien con la ayuda del profesor Richelot había seguido su pista y habían estado observando en el público en la ocasión de la entrega de premios de la Sociedad; tío y sobrino se encuentran efusivamente, hablan, pero Huguenin al enterarse de que Michel entrará a trabajar al banco con su primo por órdenes de Boutardin, le dice que se aleje porque será una influencia perniciosa para el desempeño de este rol y de las relaciones con su familia tutora, sin embargo acuerdan verse nuevamente y que Michel visitará a Huguenin; al final deciden salir de la bilbioteca separadamente, Michel sigue un tanto a su tío, regresa a la residencia, y termina la tarde tranquilamente en su habitación.

CAPÍTULO V. Donde se habla de máquinas calculadoras y de cajas que se defienden por si mismas

Se describen las oficinas y la actividad del banco, el correo, los telégrafos y el papel; Michel es asignado a la máquina N°-4, no poseía la habilidad para el trabajo y después de un mes cometía más errores que al principio, en renunión entre el banquero M. Comsodage, el hijo Athanase Boutardin y el Cajero concuerdan en utilizar a Michel en el Libro Grande; esa noche un agitado, somnoliento, ansioso y curioso Michel pretendía explorar las oficinas con el afán de contemplar el Libro Grande que lo había inquietado en pesadillas sufriendo el infortunio de con un roce activar el sistema de seguridad de la Caja de valores cayendo en la respectiva trampa y siendo pillado por M. Cosmodage, Athanase Boutardin y otros, y sometido a la respectiva penalización.

CAPÍTULO VI. Donde Quinsonnas aparece sobre las altas cumbres del Libro Grande

Michel acude a las oficinas de contabilidad a la sala del Libro Grande a presentarse a su nuevo jefe Quinsonnas con el que surge empatía y amistad y se revela que es un músico.

CAPÍTULO VII. Tres bocas inútiles para la sociedad

Al terminar el día Muchel y Quinsonnas van al pequeño apartamento de Quinsonnas en un edificio, el apartamento está prácticamente vacío a excepción de un piano y la mujer del servicio, llega el amigo Jacques Aubanet, cenan, hablan, Jacques hubiera querido ser soldado/militar; de la poesía aceptada en la época, de la falta de guerras y soldados; se recoge la mesa y el piano vuelve a su puesto.

CAPÍTULO VIII. Donde se trata de la música antigua y moderna y del uso práctico de algunos instrumentos

El pianista Quinsonnas, Jacques Aubanet y Michel Dufrénoy disertan del estado/estilo actual de la música, Quinsonnas interpreta su obra actual La Thilorienne, después hace un repaso interpretativo por 200 años de música, termina la velada.

CAPÍTULO IX. Una visita al tío Huguenin

Después de la velada en la casa de Quinsonnas, los tres se hacen muy amigos, Michel piensa que de alguna manera había conseguido una familia, pasan cuatro meses hasta que Michel puede visitar a su tío Huguenin; va a la residencia del tío que todos los domingos lo había esperado, le cuenta los planes que tiene para el día, charlan, desayunan.

CAPÍTULO X. Gran revista de los autores franceses, que realizó el tío Huguenin el domingo 15 de abril de 1961

Como si fueran generales/comandantes pasando revista a las filas de libros de la biblioteca del tío Huguenin, éste y Michel repasan los grandes autores franceses de la historia.

CAPÍTULO XI. Paseo al puerto de Grenelle

Llegan el profesor Richelot y su hija Lucy, hablan de la supresión de las humanidades, cenan, salen de acuerdo a la propuesta de Michel al puerto Grenelle donde acababa de llegar el gigantesco navío Leviatán IV, se habla del proyecto del puerto de Grenelle, de las guerras del pasado, del puerto comercial marinero de El Havre, de las radas comerciales, del Leviatán IV; regresan a casa del tío Huguenin.

CAPÍTULO XII. Opiniones de Quinsonnas sobre las mujeres

Un soñador Michel va a trabajar al Libro Grande al lado de su superior y amigo Quinsonnas, al tercer día de misterio Michel se suelta y le pregunta a Quinsonnas su opinión acerca de las mujeres y el matrimonio, en medio de la gesticulación de Quinsonnas accidentalmente riega las tintas sobre el Libro Grande, M. Cosmodage los expulsa a ambos.

CAPÍTULO XIII. Donde se trata de la facilidad con que puede morir de hambre un artista en el siglo XX

Después de haber sido expulsados del trabajo, Michel y Quinsonnas acuerdan tratar la actual situación al otro día domingo en casa del tío Huguenin, Quinsonnas recoge a Michel en un taxi a gas y acuden donde Huguenin, exponen su situación de deshauciados, Michel dice que le gustaría aplicar cierta definición de felicidad y seguir sus gustos y aptitudes, Quinsonnas hace un repaso por diferentes tipos de oficios, desde los artistas, periodistas, pasando por escritores y críticos, hasta columnista financiero, pero Michel le recuerda una profesión que pasó por alto: autor dramático; finalmente parten para que Quinsonnas le haga la carta de recomendación para el Depósito Dramático a Michel.

CAPÍTULO XIV. El Gran Depósito Dramático

Se describe el negocio del teatro y los actores, Michel se presenta al director del Gran Depósito Dramático, toma el exámen, lo asignana a una de las divisiones, se describen las diferentes divisiones y cómo funcionan, se organizan y se estructuran, de cómo por incompetencia y desempeño lo van bajando de divisiones, y finalmente se retira.

CAPÍTULO XV. Miseria

Michel y su tío Huguenin hablan del amor de Michel y Lucy, un día se compromete con Lucy, en visita donde Quinsonnas lo encuentra a punto de partir, Quinsonnas lo ayuda heredándole/prestándole algunos bienes, Michel comienza el arduo trabajo en su libro, en una visita al profesor Richelot queda abatido/afligido al encontrar triste a Lucy porque su abuelo el profesor Richelot sólo tenía un alumno en su cátedra de retórica y era factible que clausuraran el curso, luego al terminar su libro de recopilación de poemas titulado “Las esperanzas” fracasa al buscar un editor o lector siquiera; al llegar Diciembre, el fin de año y el invierno entra a un período arduo y de miseria, miente a sus conocidos haciéndoles creer que posee trabajo; al final, con su última moneda en vez de pan de hulla decide comprar un ramo de flores para su Lucy.

CAPÍTULO XVI. El demonio de la electricidad

Michel se dirige caminando en medio de la noche invernal a la residencia Richelot, compra un ramo de violetas marchitas, al llegar a destino por el portero se entera de que el profesor Richelot ha sido expulsado, apresado y despachado, a partir de este momento empieza a deambular errantemente por la ciudad, el rio Sena y otros lugares, además se vuelve paranoico con el “demonio de la electricidad”, al final se encuentra en un sitio donde obreros preparan un patíbulo para una ejecución con electricidad al amanecer.

CAPÍTULO XVII. Et in pulverem reverteris

Al alborear el nuevo día Michel se encuentra en el cementerio, camina y deambula, ve diferentes tipos de tumbas y diferentes difuntos; en la cima de la colina en el cementerio divisa la ciudad de París, y en medio de ira y desesperación se desvanece.

CITAS

por lo menos alguna instrucción se había filtrado hasta los últimos estratos del orden social.

Ahora, construir e instruir era una y la misma cosa, lo era todo para los hombres de negocios. La instrucción no se consideraba, enrigor, otra cosa queun tipo distinto de construcción, aunque algo menos sólida.

El dinero acudió a raudales.

las cifras lo dicen todo, según un proverbio de los banqueros.

Se había tardado ciento cincuenta años en reconocer esta verdad: más vale multiplicar las posibilidades y no las restricciones de las grandes multitudes.

Entonces estallaron estrepitosamente las diversas músicas del establecimiento, en todoslos tonos y a un tiempo con los ritmos más irreconciliables.

Monsieur Richelot se contentó con alzar los hombros.

quebraron bancosen honor del laureado, lo cual, incluso en 1960, sólo era una metáfora destinada a graficar los furores del entusiasmo.

Michel Jéróme Dufrénoy se presentó, sin embargo, y con gran aplomo por lo demás; desafió las risas; era un joven rubio de aspecto encantador, de hermosa mirada, directa, franca. Los cabellos largos le daban un aire algo femenino. Le brillaba la frente.

Michel los recibió con una sonrisa desdeñosa;

simple gota de agua del río que la ruptura de las barreras tornaba torrente.

¡Aguantaré estoicamente su mal humor!

No se apresuraba, sin embargo. No era de esos escolares que se precipitan a las vacaciones como los pueblos a la libertad.

“La comparación es exacta”, pensaba. “Hete aquí que estoy siendo impulsado hacia alta mar; allí serán precisas las virtudes de un pez y sólo puedo aportar los instintos de un pájaro; me encanta vivir en el espacio, en las regiones ideales donde ya nadie va, en el país de los sueños de donde ni siquiera se regresa”.

El disco,empujado a gran velocidad dentro del tubo, como bala dentro del cañón, arrastraba consigo el primer coche del tren. ¿Pero cómo se unía el coche con el disco encerrado dentro de un tubo cuyo interior no podía comunicarse con el exterior? Mediante la fuerza electromagnética.

las tiendas de lujo proyectaban resplandores de luz eléctrica a lo lejos; los candelabros construidos según el sistema Way, mediante la electrificación de un filamento demercurio, brillaban con claridad incomparable;

Era la máquina Lenoir aplicada a la locomoción.

Se habría sorprendido mucho, sin duda; perolos hombres de 1960 ya no admiraban estas maravillas; las disfrutaban tranquilamente, sin por ello ser más felices, pues su talante apresurado, su marcha ansiosa, su ímpetu americano, ponían de manifiesto que el demonio del dinero los empujaba sin descanso y sin piedad.

La cena no podía parecer más fúnebre; los criados cumplían sus obligaciones sin hacer ruido; los platos subían en silencio por unos pozos realizados en el espesor de las paredes; eran opulentos con algún matiz de avaricia; parecían alimentar sin ganas a los comensales. En esta sala triste, ridículamente dorada, se comía rápido y sin convicción. No importaba, en efecto, alimentarse, sino ganar con qué alimentarse. Michel percibía el matiz; se sofocaba.

útil, con un deseo desmesurado de ser útil que terminaba en egoísmo verdaderamente ideal; unía lo útil a lo desagradable, como habría dicho Horacio; la vanidad penetraba sus palabras más aún que sus ademanes y jamás habría permitido que su sombra lo adelantara;

se movía regularmente con el menor roce posible,

Naturaleza vil, en suma, incapaz de un gesto bueno (ni de uno malo, por cierto);

que consideraba a su padre un modelo de alegría y a su madre de elegancia.

parecía que entonces se le tomaba el pelo, fruncía el ceño y miraba atónito.

Era un verdadero villano, sin juventud, sin corazón, sin amigos.

poseía todas las delicadezas de sentimiento y las exquisiteces espirituales que en su hermana se traducían por asperezas.

Michel creía tener en algún sitio un tío, cierto Huguenin, del cual nunca se hablaba, uno de esos hombres instruidos, modestos, pobres, resignados, que hacían ruborizarse a las familias opulentas; pero no prohibían que Michel lo viera; tampoco lo conocían ni tenían el menor interés en conocerlo.

En todo ello no había razón alguna para agradecer a la providencia.

con la mano en las solapas y el pecho protuberante,

pero se repuso y se afirmó contra la desesperación.

Cada tarde me consolarán del tedio de la jornada”.

Era ésa, hasta el momento, la emoción más dulce de su vida.

allí tengo una habitación, pequeña y fría, pero queserá grande cuando tú vayas y cálida cuando estreche tus manos entre las mías.

Parecían pianos formidables.

ese individuo exacto, ordenado, gruñón y rabioso,

un mes después cometía más errores que al principio; pero no enloqueció.

“Es infantil”

su aventura nocturna corría de boca en boca y nadie se molestaba en evitar la risa.

¡Los pensamientos se le escapaban!Era una enfermedad.

¡Si escribe como un gato!

lo hizo con abandono, lleno desentimientos que había contenido demasiado tiempo.

¡En nuestra época, que es seria, castiganla risa con la muerte!

¡Imítame, trabaja! Gánate el pan, porque hay que lograr esa cosa innoble: comer.

Pero nada más de conversaciones subversivas en este lugar.

-Batirse eleva el alma

ahora se transa o se va a pleito.

de re mayor a mi bemol-.

Era la calma que sucedía a la tempestad, la nota cordial después de los rugidos y los estruendos.

y te adviertoque es encantadora y no lo sabe. Así que no vayas a decírselo

Estimo a la juventud con la condición de que efectivamente sea joven. Los viejos anticipados siempre me han parecido unos hipócritas.

-Te endureces en el pecado.

Pon las manos a tu espalda.

Pero, hay que decirlo, se batieron más por ideas que por formas.

Es aún más hermoso en su pobreza y no quiere enriquecerse si eso significa prostituirse.

un gran helenista

Nunca, hijo mío, se combinó el pensamiento humano con una forma más vigorosa como en el cerebro de este hombre,horno capaz de soportar las temperaturas más altas.

Balzac es el primer novelista del mundo, y muchos de sus personajes superan a los del mismo Molière.

-Renan, un arqueólogo que hizo bastante ruido; trató de acabar con la divinidad de Cristo, y murió fulminado en 1873.

-¿No era ateo? -De ningún modo. Creía en sí mismo.

que se salta los prejuicios como si sólo se tratara de barreras, que franquea las convenciones como si fueran apenas obstáculos, que cae y se levanta y sigue corriendo y aunque le den en la cabeza no parece afectarse.

-Candore notabilis albo. Admirable por el resplandor de su blancura.

hemistiquio de Ovidio.

¡Admirable por el resplandor de su blancura!

El joven había sido exacto, por lo demás; todo el encanto de la joven quedaba descrito en ese delicioso hemistiquio de Ovidio. ¡Admirable por el resplandor de su blancura! Mademoiselle Lucy tenía quince años, largos cabellos rubios que le caían sueltos en la espalda según la moda de los tiempos; su frescura tenía algo de original, si esta palabra puede dar cuenta de lo que en ella había de reciente, depuro, de apenas naciendo; sus ojos llenos de miradas inocentes y profundamente azules, su coqueta nariz delicada y casi trasparente, su boca húmeda y rosada, la gracia un tanto distantede su cuello, sus manos frescas y suaves, el elegante perfil de su talle, encantaron al joven y lo dejaron mudo de admiración. Esta joven era poesía viviente; él la sentía más que la veía; le tocaba el corazón antes que los ojos.

Lucy enrojeció ligeramente al ver que su afecto y el de Michel se reunían en un amigo común;

todos los productos de las cinco partes del mundo se apilaban en verdaderas montañas; reinaba en el aire ese perfume su¡ géneris que se puede llamar el olor del comercio;

Más valía soñar despierto;

-Hijo mío -respondió, muy serio, Quinsonnas, interrumpiendo el trabajo-, es muy variable la opinión que podemos tener nosotros, los hombres, de las mujeres. No creo por la mañana lo que creo por la tarde; la primavera agrega a este tema otros aspectos que el otoño; la lluvia o el buen tiempo pueden modificar en mucho mis doctrinas; mi digestión, en fin, puede tener una influencia indudable en loque yo sienta al respecto.

reunía en sí misma los más perfectos vicios y las perfecciones más viciosas;

habla con seriedad de asuntos serios,

Todo el mundo se enriquece, hijo mío, menos el cuerpo y el espíritu humanos.

esa puella desiderata,

la mujer, dice, es la Pasión y el hombre es la Acción, y por este motivo adora el hombre a la mujer.

-No me impresiona el matrimonio denadie ni me importa el mío.

en que la necesidad de enriquecerse a cualquier precio mata los sentimientos del corazón;

¡no es gran cosa un consejo de mujer, pero seria un loco si no lo escuchara!

y los maridos jóvenes se desesperaban por haber cometido tamaña barbaridad.

las llamas del himen ya no sirven para hacer hervir el agua en la olla.

-Veo que tu matrimonio no te provoca el menor entusiasmo.

ya perdí la cabeza, la amo; conversamos como si nos conociéramos hace veinte años; me va a amar, ¡es un ángel!

Las conversaciones sobre mujeres y el amor pueden resultar, sin duda, interminables,

Ese ademán, con palabras, habría dicho “¡salga de aquí!” en todos los idiomas humanos.

Se sentía capaz de todo, omnipotente.

-No seas niño -dijo Quinsonnas, alzándose dehombros-.

Y uno se las arregla con perseverancia e inteligencia.

-¡Ah! Alimentarse, alimentarse -exclamó Michel-. Siempre la misma canción. -¡Sí, hijo mío, la canción del pan, que a menudo se canta con un tono bastante triste.

-Si fuera completamente libre, tío, trataría deponer en práctica esa definición de felicidad que leí no sé dónde y que incluye cuatro condiciones.

-La vida al aire libre -respondió Michel-, elamor de una mujer, el desapego de toda ambición y la creación de belleza nueva.

-No sabes nada de la vida y hay que aprender a vivir durante toda la vida, ha dicho Séneca;

se expuso él mismo, de cara a la pared, mientras cumplía con uno de los actos más higiénicos pero menos elegantes…

Antes podías ser periodista;

Pero si la guerra ya no es posible y la diplomacia ha pasado de moda… ¿Y en el país? ¡Tranquilidad absoluta!

como esos niños sabios que sólo trabajan en sus habitaciones…

había que poseer piel de elefante para resistir tanto.

Toda persona nombrada en un artículo tenía derecho a responder en el mismo lugar y con igual cantidad de palabras.

terminó por acabar con la crítica.

¡Pero que me lleve el diablo!

profetizar con aplomo los acontecimientos partiendo del principio de que si la profecía no se cumple se la olvidaráy de que, si se cumple, elevará a las alturas el prestigio de su perspicacia;

¿Acaso el teatro no alimenta, por usar tu horrible lenguaje?

-le dijo el tío Huguenin,tendiendo la mano a Quinsonnas, que se puso de pie-.

ya no había poetas bohemios, esos genios miserables que parecen protestar eternamente contra el orden de las cosas.

Entonces el poeta incomprendido publicaba una hermosa comedia a su costa; nadie la leía y pasaban a ser presa de esos pequeños seres de la familia de los roedores, los cuales quizás fueran los más instruidos de su época si leían todo lo que iba a parar a sus dientes.

era a prueba de bombas;

los manejaba militarmente.

Era sumamente serio, compenetrado de la importancia de sus funciones; nunca se reía; no se inmutaba ni con las expresiones mejor logradas de sus comedias; era a prueba de bombas; sus empleados le reprochaban que los manejaba militarmente. Pero tenía que tratar a tanta gente… A autores de comedias, a dramaturgos, folletinistas, libretistas; sin contar los doscientos funcionarios de la oficina de copia, y la legión de claques.

deberá fundirse en un vasto conjunto que produce obras promedio.

“hay que violar a la historia para hacerle un hijo”.

poner en boca de un elegante palabras dignas de un canalla.

la confusión de la dueña de casa…

-Ámala como loco, pero cásate con ella como un sabio; cuando…

Y esa tarde, después que le hicieron esa pregunta, Michel parecía el más desgraciado de los hombres.

se sabía escuchado, comprendido, y se volcaba por completo en el corazón de la joven.

parecían responder siempre una pregunta secreta que ella no se atrevía a plantear a nadie.

respondía con evasivas.

-A Alemania. A asombrar a esos bebedores de cerveza y fumadores de pipa.

Es la puesta en escena que corresponde a la partida.

trabajó sin pausa, casi en ayunas, pensando y soñando; sólo dormía para seguir soñando.

Ese amor le colmaba la existencia; no comprendía que hiciera falta otra cosa para vivir.

Michel sintió cómo el rojo de laimpotencia le subía al rostro.

el mes que termina con el año sin terminar con los dolores,

Empezó a avergonzarse de sí mismo.

habría inspirado piedad si la piedad no hubiera sido expulsada de la tierra en esa época egoísta.

La contempló un tiempo, y después empezó a reír de manera siniestra.

-le dijo una voz, con brusquedad.

-exclamó, desdeñoso, el comerciante-.

se le erizaron los cabellos; le vacilaba la cabeza; sentía miedo.

Las rodillas se le doblaron al pensar esto;

“Mal tiempo para la desesperación”, se dijo. “Ni siquiera se puede uno ahogar”.

Michel miraba sin ver;

“Y descansar allí, reposar para siempre”, pensó. Esas tumbas recordaban todos los estilos de la arquitectura;

TÉRMINOS

Facsímil, presidir, non plus ultra, orfelinato, raudal, panoplia, decadencia, pavoneaba, pavonear, filólogo, filología, Cochinchina, Nantes, Burdeos, refectorio, precipita, precipitar, ávido, solemnidad, solemne, afluir, afluencia, suntuoso, suntuosidad, tronar, estrépito, cacofonía, elocuencia, elocuente, farragoso, furibundo, gemido, gemir, esbelto, desdén, desdeñoso, detrimento, letanía, epíteto, sublime, lírico, ditirámbico, frenético, frenesí, furor, entusiasmo, entusiasmar, palmarés, desconcertante, hilaridad, hilarante, parnaso, aplomo, aplomar, desafío, desafiar, despectivo, sosegar, sosegado, alboroto, alborotar, vacilante, vacilar, estoico, estoicismo, circunvalación, eufónico, clausura, embrollo, perspectiva, antaño, hulla, talante, ímpetu, librea, valet, fúnebre, sofocado, sofocar, agitado, agitar, desmesurado, desmesurar, ademán, cachemira, atónito, perpetuo, perpetuar, palpar, usurero, usura, astucia, astuto, aspereza, opulento, opulencia, tedio, tedioso, estupefacto, estupefacción, abrumado, abrumar, insensato, insensatez, aterrado, aterrar, pernicioso, pernicia, sinecura, audaz, efusión, funesto, modesto, modestia, veleidad, desaliento, desalentar, disgusto, disgustar, soberano, soberanía, remachar, comparecer, temible, temer, triunvirato, frío, frialdad, severidad, severo, atemoriza, atemorizar, aquejado, aquejar, repugnar, repugnante, repugnancia, súbito, espanto, espantar, sensible, sensibilidad, pudoroso, pudor, algarabía, jovial, jovialidad, ingenuo, ingenuidad, garita, susceptibilidad, susceptible, innoble, filántropo, filantropía, subversivo, letanía, interpela, interpelar, interpelación, exiguo, simpático, simpatía, transa, transar, siniestro, rechifla, rechifle, rechiflar, desbarra, desbarrar, aúlla, aúllar, brama, bramar, crepita, crepitar, lego, bemol, elucubración, elucubrar, índole, cordial, cordialidad, estruendo, resignado, resignar, resignación, elogio, elogiar, bártulo, conserje, ansioso, ansia, ansiedad, súplica, suplicar, suplicación, sentencioso, sentencia, sentenciar, eminente, eminencia, gala, galicismo, argot, sobriedad, sobrio, jerga, apelativo, divagación, divagar, fastuoso, helenista, helénico, candoroso, candor, rapaz, amnistiado, amnistía, verba, ubicuo, ubicuidad, intrépido, juglar, preciosismo, precioso, restallante, restallar, jocunda, éxtasis, extasiar, encolerizado, encolerizar, pécora, trivial, inepcias, esclusa, lujo, nabab, vociferación, vocifera, vociferar, covacha, sui generis, empavesado, empavesar, pulcro, pulcritud, rada, encino, encinar, acacia, bauprés, soslayo, austero, austeridad, anquilosado, anquilosar, anquilosamiento, puella desiderata, heroicidad, héroe, heroismo, barbaridad, barbarie, bárbaro, himen, desliga, desligar, desligante, irritado, irritar, gesticular, gesticulación, alterado, alteración, alterar, mancillado, mancillar, amalecita, omnipotente, omnipotencia, acoge, acoger, miasma, catástrofe, exuberante, acota, acotar, acotación, antípoda, magnífico, magnificencia, porte, soberbio, soberbia, perseverancia, perseverante, perseverar, inasible, inasibilidad, realismo, inisúa insinuar, insinuación, periodista, periodismo, cándido, candidez, ingenio, ingeniar, inocula, inocular, inoculación, prestigio, perspicacia, perspicaz, prudente, prudencia, nutricia, realza, realzar, dócil, docilidad, clausura, clausurar, inmuta, inmutar, inmutabilidad, claque, mérito, tour de force, confusión, confuso, arraigado, arraigar, arraigamiento, matiz, evasiva, desaliento, desalentar, desesperación, desesperar, fatiga, fatigar, decepción, decepcionar, amonestar, amonestación, afligido, afligir, aflicción, convicción, eclosionar, eclosión, tentativa, tentar, tentación, conscripción, conscribir, rigor, rigurosidad, viandante, vianda, resplandece, resplandecer, resplandecimiento, sombrío, brusquedad, brusco, anomalía, anómalo, hospicio, hospiciar, ardoroso, ardor, indeciso, indecisión, indecidir, patíbulo, arquitrabe, fasto, ornamento, ornamental, apoteosis, apoteósico, cólera, ira, iracundo, irascibilidad, formidable, elegante, elegancia, canalla, canallada.

REFERENCIAS